Santos estuvo irreconocible frente al Gremio, en el juego por la primera semifinal de Libertadores 2007, jugado en Porto Alegre.
Ni la falla del árbitro en el primer gol gremista, de penal, después de una inmadurez del zaguero Avalos, sirve para justificar la pésima presentación de los dirigidos por Wanderlei Luxemburgo.
Para justificar, sí, la pésima noche, el zaguero Adaílton perdió una bola en un sector donde hasta el inolvidable y solvente Roberto Perfumo la chiflaba. En la última línea no se bromea.
Resultado, en dos minutos 2 goles. Y fue suficiente.
Siquiera el fundamento que más domina el equipo santista (el pase) funcionó para los de la Vila Belmiro.
Gremio fue absoluto.
Resta esperar si Santos tendrá el fútbol suficiente, el mismo que lo mantuvo invicto hasta ahora, para revertir el resultado el próximo miércoles junto a su hinchada.
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