Lo que sí debe hacer (como siempre lo hace
además) es entrenar para mantenerse en forma hasta que uno de los clubes
grandes de Brasil (Palmeiras, Santos y Vasco da Gama lo quieren) se acierten
con el Gremio con relación a los 250 mil dólares mensuales de su salario que le
debe pagar hasta la conclusión de su contrato que vence el 2015.
Con relación a Luxemburgo Marcelo debe
agradecer el hecho de no gozar de su preferencia pues así se evita de formar
parte de esquemas que el entrenador está acostumbrado a montar dentro y fuera
del campo de juego y que no son propiamente deportivos. Sus antecedentes lo cuentan
todo.
Un tropiezo y Luxemburgo será hombre fuera de
baraja, mientras que MMM como
funcionario del Gremio puede retornar al equipo titular porque goza de la
simpatía de la hinchada y porque, sobretodo, futbol tiene para largo.
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