lunes, 18 de marzo de 2013

BAISA Y LAS PRIORIDADES PARA EL BOLÍVAR


En entrevista con el programa radial Panamericano Deportivo y repercutido por el periódico Página Siete ambos de La Paz, el empresario Marcelo Claure, presidente de BAISA, que administra el del club Bolívar de La Paz, Bolivia, explicó que tiene tres prioridades básicas en su gestión.

 

“La primera es la edificación de las torres de la zona Sur”, las que servirán, según Claure, “para pagar las planillas del plantel y algunas deudas pendientes que tiene el club.”

 

La segunda, la construcción de un Centro de Alto Rendimiento (CAR) y un club social.

 

Pero es la tercera la que no me sorprende, porque me demuestra cómo los dirigentes del futbol boliviano no conocen el fondo del problema del balompié nacional: “Exportar deportistas, como hacen otros países, y evitar frustraciones como de Rudy Cardozo y Jazmani Campos”, dijo Marcelo Claure.

 

Entiendo que los empresarios están, siempre, para ganar dinero, pero, al señor Claure, con mucho respeto por sus buenas intenciones, debo decirle que nuestros jugadores tienen las mismas habilidades de otros jugadores de cualquier parte del mundo (respetando las debidas excepcionalidades Pelé, Maradona, Messi, etc.) y por ese lado pueden competir de igual a igual. Sin embargo, debemos darnos cuenta que nuestro problema no está en esas habilidades, está, sí, en la formación física y técnica.

 

Por un lado (física), es necesaria una mudanza total en los hábitos alimentarios (y acabar con la costumbre de ingerir bebidas alcohólicas) y proceder a crear una cultura de alimentación correcta; ambas cosas desde el embarazo de las mujeres bolivianas. Solo así mejoraremos la estatura y la masa muscular de nuestros jugadores. 

 

Por otro lado (técnica), una urgente actualización curricular en escuelas, colegios y divisiones inferiores de los clubes bolivianos, para aplicar y direccionar entrenamientos físicos específicos a niños y jóvenes que demuestren realmente habilidades y no necesariamente tengan recursos económicos para pagar su asistencia a las llamadas “escuelas de futbol”. Solo así conseguiremos escoger y capacitar a verdaderos futbolistas aptos técnicamente para torneos de alta competencia profesional. 

Puede Bolívar contratar al mejor profesional capacitado en administración o marketing deportivo pero si esta persona no tiene qué vender, no pondrá en practica sus conocimientos jamás.

Por lo tanto, vemos que el problema del futbol boliviano es una cuestión de Estado, porque está ligado directamente a la salud pública y a la educación.

Texto publicado inicialmente en mi columna de www.late.com.bo
 

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