Está cogitando cancelar y suspender la punición
al Corinthians que tiene que jugar con las “puertas cerradas” sin la presencia
de público, en sus encuentros por la Copa Libertadores de América por los
próximos 50 días.
La presión de la prensa deportiva brasileña
solo no es mayor que la de los dirigentes de la Confederación Brasileña de
Futbol (CBF) cuyo presidente, José María
Marín, estuvo reunido con Nicolás Leoz, presidente de la Conmebol.
Los intereses económicos (léase televisación) y
políticos (Marín precisa del apoyo popular de la hinchada del Corinthians, pues
están pidiendo su renuncia) pueden sonar más alto que la voluntad jurídica de
encontrar al verdadero culpado por la muerte del hincha boliviano Kevin
Beltrán.
El Tribunal de Justicia de la Conmebol apenas
está esperando el resultado oficial de las investigaciones que está realizando
la fiscalía boliviana en Oruro, para poder manifestarse, lo que podrá ocurrir
la próxima semana.
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