Antes de la elección del
ítalo-suizo Gianni Infantino, 45 años, como nuevo presidente de la FIFA, la entidad aprobó dos medidas con las que
pretende recuperar credibilidad: a partir de ahora, el valor del sueldo de sus
dirigentes será de conocimiento público y el mandato de su presidente será de
12 años, como máximo.
Como esas dos medidas no son
vinculantes para las 207 federaciones afiliadas, de por sí, se tornan
insuficientes, porque el mayor problema del fútbol mundial se encuentra
precisamente en la corrupta estructura administrativa de muchas entidades, cuyos nuevos dirigentes,
irónicamente, compusieron el colegio electoral en Zurich para elegir al nuevo
mandatario, como la
Conmebol (entre ellos la Federación Boliviana de Fútbol) y la Concacaf.
Queda la esperanza de que el
modelo de administración y competición exitosa de la Champions Ligue, de la que
Infantino es el idealizador, como secretario general de la Uefa, sea
implementado para todos lo continentes y que, al contrario de la era Blatter,
el nuevo presidente unifique al fútbol mundial.
Para ello, Infantino ya
comenzó a actuar, anunciando que aumentará el dinero para las confederaciones y
también aumentará el número de países participantes en los mundiales de fútbol,
de 32 para 40.
Platini e Infantino, grandes amigos. |
Recordemos que Gianni Infantino, el desconocido
nuevo presidente de la FIFA, era el
brazo derecho del ex futbolista francés, Michel Platini, ex presidente de la Uefa,
suspendido de toda actividad en el fútbol por 8 años, por haber recibido 2
millones de dólares de la administración Blatter.
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