No me parece que el clásico
en el que empataron, 2 x 2, The Strongest y Bolívar, haya sido un tiempo para cada
equipo.
El resultado tuvo un único y
exclusivo protagonista: The Strongest.
Porque a inicio del cotejo
fue el que dictó el ritmo al partido con una fórmula simple: presionó al rival
en su propio campo de juego, recuperando el balón y atacando por los tres sectores
posibles, derecha, medio e izquierda, con mayor énfasis para la llegada
permanente del lateral derecho, Bejarano, autor del primer tanto, a los 8
minutos.
Con una defensa que poco se
conocía, un medio sector sin capacidad de marca y una carencia total de
atacantes, los celestes fueron presa fácil y se fueron al descanso con dos
goles en contra, pues Escobar, había marcado el segundo a los 34´ para los
atigrados.
Para el segundo periodo, en el
el intento de garantizar el resultado positivo, el libreto del Tigre cambió
radical y equivocadamente, pues la presión en la marca, que le había dado
resultados efectivos en el primer tiempo, dejó de existir. Prefirió esperar a
que la Academia salga al ataque e intentar la contra.
Una única vez aconteció lo
que el entrenador Mauricio Soria pretendió; a los 63´ Pablo Escobar quedó mano
a mano con Walter Flores a quien no le quedó otra que cometer falta, ganando la
tarjeta roja.
Insúa entendió la situación
y colocó a Capdevilla y Arce, lo que le dio mayor posibilidad de apoyo por el
medio y por la izquierda, creando posibilidades por los tres sectores, pues el
lateral derecho, Saavedra, era, a esa altura, la única alternativa ofensiva
para los celestes.
Con más desorden y favorecido
por los espacios que The Strongest le dio, los celestes marcaron el descuento a
los 55´, a través de Cellerino, después de falla de la zaga atigrada.
The Strongest pecó por no saber utilizar la superioridad que Bolívar le permitió tener.
The Strongest pecó por no saber utilizar la superioridad que Bolívar le permitió tener.
El gol de Bolívar fue un
aviso que The Strongest no entendió, pues continuó defendiendo el resultado
cerca de su área grande en lugar de proponer el juego en el medio sector.
El castigo final llegó a los
83´, en un penal, producto de la desesperación estronguista, que no pudo
contener el ímpetu de Saavedra, derrumbado dentro del área grande.
Callejón se encargó de poner
el 2 a 2 final en el tablero.
LECCIONES
Para The Strongest, que debe
concientizarse que en el fútbol se debe jugar los 90´con la idea de estar cero
a cero, olvidándose que el resultado le es favorable.
Para Bolívar, que jugar con un
solo volante de contención es positivo, cuando los otros jugadores del medio
sector ayudan permanentemente en la marca, lo que no sucedió. Y lo más preocupante, no tiene
delanteros de área.
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