Infelizmente, no podré
asistir al anunciado Primer Seminario de Marketing y Periodismo Deportivo, con
la presencia de los argentinos Maximo Palma y Diego La Torre, que se llevará a
cabo el día sábado, 16.11. en La Paz.
Creo que la iniciativa de
los organizadores es oportuna y necesaria, porque urge debatir el verdadero
significado para el deporte de estas dos actividades y su relación entre sí.
Particularmente, creo que
Periodismo y Marketing no tienen absolutamente nada que ver uno con el otro y
más, considero muy peligroso cuando periodistas ultrapasan la frontera que los separa
y vice versa.
Como seminarios son siempre
arenas de debate y de encuentros de posiciones divergentes (lo que es salutar),
dejo mi comentario, por medio de un texto que escribí en este blog el 18 de diciembre de 2012, con el título:
PERIODISMO DEPORTIVO, PRESA
FÁCIL DEL “MARKETING”
“Confieso que ya andaba preocupado con ciertos modelos
que contaminaron el ambiente periodístico deportivo brasileño en los últimos
tiempos. La confusión entre lo que significan la actividad periodística y la
propaganda comenzó a ser vista como normal en las facultades como si fuese
imposible resistir."
“(…) Quien escoge el Periodismo como profesión precisa
tener el compromiso de hacer un mundo mejor y no de de tener una cuenta
bancaria mayor. Y da para vivir muy bien sin necesidad de ensuciar la profesión”. (Juca
Kfouri – periodista brasileño, en la presentación del libro Manual del
Periodismo Deportivo, Editora Contexto, São Paulo, 2006).
¿Cambió algo en la actividad periodística deportiva en
Brasil después de ese mensaje contundente? Sí. El hecho de que el propio libro,
escrito por los periodistas Heródoto Barbeiro y Patricia Rangel, sea lectura
obligatoria en las facultades de Comunicación Social y Periodismo, ya es un
triunfo.
Claro que aún se encuentran en actividad muchos
“periodistas” brasileños que se ocupan más en vender que en informar, pero
están conceptualmente deprimidos porque debidamente identificados, por lo tanto
con poca credibilidad.
Si Juca, Heródoto y Patricia se diesen una vueltecita
por Bolivia, ciertamente tendrían un síncope y no precisamente por la altura.
En los últimos meses, me di el trabajo de monitorear
algunos programas deportivos bolivianos de radio y televisión que transmiten
vía satélite para todo el país y constaté (¡pasme!) que los criterios éticos
básicos de la Comunicación Social fueron invertidos: 30% de información, contra
70% de publicidad para cada hora de programa. Y eso que la AIR (Asociación
Interamericana de Radiodifusión) de la que Bolivia es asociada, (creo que aún)
siguiendo los principios éticos, recomienda lo inverso.
Lo más alarmante es que en los programas deportivos
bolivianos (radio y TV) ya no hay ninguna diferencia entre publicidad e
información, pues al retornar del “corte publicitario” los conductores
continúan “vendiendo en vivo” los productos expuestos en el set como en los
(super)mercados.
Y los profesionales del marketing (que también
debieran actuar éticamente) hacen las vistas gordas, presionan y se aprovechan
de los “periodistas” para ofrecer sus productos como si éstos fuesen vendedores
ambulantes.
En tiempo, en Bolivia hay rarííííííísimas excepciones.
Pero como no hay legislación, o si hay no se la
respeta, lo mejor es dirigirse a las universidades que ofrecen cursos de
Comunicación Social (porque no hay de Periodismo) y proponer una nueva malla
curricular.
Y en eso estamos.
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