El Tigre está más negro que
amarillo.
Negro de vergüenza.
Porque si existe orden judicial para
allanar las dependencias del club y la residencia del presidente, la cosa no debe
ser tan simple.
Y si recordamos que en la última
década se habló más de las malas administraciones de The Strongest que de sus
conquistas con el deporte, podemos imaginar el tamaño del rombo.
El problema envuelve tantos millones de bolivianos que una cooperativa cobra del Tigre, que un buen
jurisconsulto no dudaría un minuto en convocar a todos los ex presidentes estronguistas
con vida y sus hombres de confianza, para que respondan por la parte que les
corresponde.
Porque, a rigor, todos tienen alguna
culpa.
Como tienen culpa los socios del complejo que en
todos esos años no hicieron absolutamente nada para cobrar providencias y
evitar lo peor, pese a que la tal cooperativa tenía oficinas en las mismas
entrañas de Achumani.
Me pregunto: ¿el actual presidente
Kurt Reitsch no sabía de los agujeros financieros de la institución que estaba
asumiendo? ¿Y cuál es la participación del actual presidente en la relación de The
Strongest con la Cooperativa San Luís? Y además, ¿qué hacía una cooperativa
dentro de la institución alvinegra?
¿Y Jorge Pacheco no sabía qué es lo que
se hizo en la administración de Sergio Asbún? ¿Y Jorge Asbún no sabía qué The
Strongest recibía de Javier Hinojosa?
Y si todos ellos sabían de lo
delicado que eran las finanzas estronguistas, ¿por qué aceptaron ser
presidentes?
No creo por simple amor al club.
Y lo que más me llama la atención, es
que los 4 últimos presidentes del Tigre son empresarios que a lo que todo
indica, tienen sus empresas funcionando, aparentemente, a plenitud. Irónicamente, gracias a su talento empresarial el patrimonio estronguista puede desaparecer.
Infelizmente, vemos que The Strongest, así como ocurrió con otros grandes
clubes de la Liga, fue presa de inescrupulosos empresarios que se aprovechan de
la fallida legislación boliviana que considera a esos históricos clubes como instituciones
sin fines de lucro, por lo tanto no obligados a rendir cuentas.
Se olvidan, creo yo, de que esas
instituciones deportivas son de interés público, por lo tanto, pasibles a ser
intervenidas por el Estado.
Enfermo, el decano puede volverse
apenas un equipo de fútbol y dejar de ser un club.
Actualizando el post.
The Strongest debe a Impuestos
Nacionales la suma de 12 millones de bolivianos (poco más de US$ un millón 700
mil) .
Por su lado, los asociados de la
Cooperativa San Luís, de Santa Cruz de la Sierra, cobran del Tigre US$ 6 millones.
Ambos casos pueden ocasionar el
embargo de los pasivos de la entidad, incluyendo el Complejo de Achumani y los
predios de las calles Colón y Comercio, en La Paz.
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