Se radicalizó la peleíta entre Bolívar
y la Federación Boliviana de Fútbol, vía Guido Loayza y Carlos Chávez.
Qué cosa fea, ¿no?
Pero creo que el cambio en el fútbol
boliviano pasa exactamente por la salida de todos, todos, absolutamente todos
los dirigentes actuales.
Porque de las dos, una: o hay
hipocresía o hay cara dura en esa discusión.
Si no, veamos:
Carlos Chávez es hombre de confianza de Eugenio Figueredo, presidente de la Conmebol:
Por su parte, Eugenio Figueredo es amigazo de Marcelo Claure, presidente de BAISA, que administra lo que restó de Bolívar:
Al
mismo tiempo, Marcelo Claure tiene como hombre de confianza a Guido
Loayza, que finge como presidente de lo que restó de Bolívar:
Por lo tanto, Guido Loayza es la
punta de lanza de Marcelo Claure, que es a quien realmente le interesa la salida de
Carlos Chávez de la Federación Boliviana de Fútbol y de la Conmebol. ¿Por y
para qué?
Adivina adivinador.
Estos señores son tan inteligentes,
que pelean en público porque saben que tienen asegurados los micrófonos y cámaras
de los medios de comunicación bolivianos, porque a nosotros los periodistas nos
encanta el chisme.
Mientras tanto, la Conmebol está
sumergida en un mar de corrupción, la Federación Boliviana de Fútbol lo mismo y
sin dinero, y el Bolívar viendo su patrimonio esfumarse como arte de magia.
Ah, ¿y saben quién gana dinero con todo ese embrollo? ¡Todos ellos!
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