Ganó el que más regular fue durante todo el torneo.
Comenzó demostrando un gran fútbol, pero fue
perdiendo fuerza después de medio camino.
Tres partidos decisivos decididos a favor desde
las doce yardas, sobretodo defendiendo. Lo que denota lo dramático de la
conquista.
Atlético Mineiro coloca su nombre en la Copa
más antigua del fútbol mundial, por primera vez.
Una conquista que pertenece a todos los
atleticanos, desde el presidente, hasta los jugadores, pasando por el
entrenador Cuca, pero que, sin duda, el nombre de Ronaldinho, en las
postrimerías de su carrera, brilla más, por su liderazgo y por saber colocarse
a la par de sus compañeros demostrando que humildad es sinónimo de grandeza.
Desde hace cuatro años Brasil no larga la
Libertadores: Internacional, Santos, Corinthians y ahora Atlético Mineiro.
Felicidades.
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