martes, 11 de marzo de 2008

Pelé, Maradona y la solidaridad



Mientras el ex rey del fútbol, Pelé, declara abiertamente su apoyo al veto a la altura y prefiere firmar un acuerdo con su ex desafecto Ricardo Teixeira (foto al lado), presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Diego Armando Maradona (foto arriba), ratifica su apoyo a la causa boliviana y al derecho de jugar con pelota en la ciudad de La Paz y en cualquier otra que se encuentre a más de 2.570 metros s.n.m.

Como siempre, los dos mayores futbolistas de la historia andan en contramano.

No se parecen en nada y tienen objetivos diferentes.

El uno, Pelé, busca siempre negocios que engorden su cuenta bancaria, mismo que para eso tenga que reatar relaciones con quien él acusó de corrupto y no apto para dirigir el fútbol brasileño.

El otro, Maradona, intenta ganar su dinerito jugando “fútbol-8” con la “selección” argentina.

El uno, Pelé, se separa cada vez más del lado social del deporte y se involucra en lo puramente lucrativo.

El otro, Maradona, se envuelve cada vez más con eventos que no solo dicen a lo intrínsecamente social, como también lo político.

Mientras el uno, Pelé, comenzará la próxima semana su papel de “diplomático” encargado de divulgar la Copa del Mundo Brasil-2014 a cambio ciertamente de una buena remuneración, el otro, Maradona, estará el próximo día lunes, 17, en el estadio Hernando Siles, jugando un partido entre la “Selección de Maradona” y la “Selección de Evo Morales”.

Las ganancias que Pelé propiciará con su trabajo, irán directamente a las arcas de la CBF (entidad millonaria y sin control alguno a no ser de sus propios miembros), mientras que la recaudación conseguida en el Siles de La Paz, será destinada a los miles de desabrigados del Departamento del Beni, castigados por el fenómeno “La Niña”.

El "love, love, love..." que Pelé utilizó en su despedida del fútbol, me parece cada vez más falso.

Y me suena cada día más verdadera la despedida de Maradona, que supo asumir sus problemas de drogadicción, pero que busca reivindicarse por el camino más fácil, la solidaridad.

En lo único que se parecen el uno y el otro, es en el hecho de haber salido de familias humildes…

Menos mal que la embajada de Brasil anunció que su gobierno ya envió importante ayuda a los damnificados y que mañana, 12, llegará otro avión militar transportando 15 toneladas de medicamentos.

lunes, 10 de marzo de 2008

Bolivia, la ironía e hipocresía del fútbol y de la sociedad


En 18 juegos por el Torneo Apertura de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano, fueron marcados 71 goles, o sea un promedio de 3,9 goles por encuentro.

Nada mal, para un torneo que apenas cumple tres fechas, en donde los jugadores mandaron el balón al fondo de las mallas en 4 ocasiones por partido.

Fueron 22 goles en la primera fecha, 23 en la segunda y 26 en la tercera.

O sea, tenemos un fútbol extremamente ofensivo; nuestros jugadores tienen una capacidad goleadora capaz de llevarlos a cualquier equipo del mundo, donde pagan fortunas por ello.

Al final, goles son amores, fama y mucho, mucho dinero.

Pero bueno, como muchas cosas en el país, esta bonanza goleadora es apenas una ironía.

Con tranquilidad puedo afirmar que el 90 por ciento de los goles marcados hasta ahora, fueron producto de grotescas fallas de los equipos. Y no solamente de las defensas. Como siempre en la historia futbolera contemporanea de nuestro país.

El fútbol es una actividad que no puede ser analizada fuera del contexto social en donde se desenvuelve.

Por eso mismo, el balompié boliviano forma parte de nuestra cultura hipócrita y que cree que todo lo que se hace en el país es bueno.

Por ejemplo, decimos que tenemos el mejor folklore del mundo, que nuestras etnias y el colorido de sus vestimentas nos dan la capacidad de competir fuera de nuestras fronteras, gracias a nuestras músicas y bailes “oriundos de lo más profundo de nuestra tierra”, sin embargo no tenemos la capacidad de respetar a un presidente indígena.

Nos vanagloriamos de tener una de las mayores reservas de hidrocarburos del planeta, y sin embargo todavía falta gas y energía en la mayor parte de las residencias del país.

Mostramos nuestro orgullo cuando decimos que tenemos un país con una geografía diversa y rica en sus entrañas, cuando son pocos los vivarachos que poseen miles de hectáreas y se hacen millonarios a costa de millones de bolivianos hambrientos.

Nos atrevemos a conmemorar el "Día Internacional de la Mujer" ordenando a las sirvientas de pollera que preparen deliciosos platos de comida para las invitadas que vendrán a casa a conmemorar tan importante data.

Vemos a campesinos o "comunarios" collas que gritan y pelean por más igualdad y contra la discriminación, cuando ellos mismos son los mayores loteadores de tierras, cobrando dineros a sus propios "hermanos" y entregando lotes sin documentos legales.

Nos parece normal ver a hombres y mujeres dejando en los estacionamientos sus lujosos vehículos y dirigirse a la Plaza Abaroa portando bates de béisbol en una mano y asegurando carteles en donde se lee "Movimiento Pacifista", en la otra.

Nadie dice nada cuando empresarios de las telecomunicaciones y corporaciones religiosas exigen respeto a la democracia y comportamiento ético del gobierno y oposición, mientras ellos poseen dos, tres o cuatro emisoras en una misma ciudad, monopolizando el espectro radioeléctrico, yendo frontalmente contra la ética y la democracia.

Nos parece normal que los periodistas deportivos, en lugar de tener un salario digno para trabajar, tengan que llevar dinero a los medios, a través de líneas de publicidad, quedando al desamparo en lo que se refiere a seguridad social.

Las contradicciones en nuestro país son tantas, que tenemos un fútbol goleador, poseemos tres "goleadores del mundo" en las estadísticas y, pese a ello, estamos en el ultimo puesto sudamericano del Ranking de la FIFA.

Seria cómico si no fuese trágico

(En la foto, Joaquín Botero, ”Goleador del Mundo” - marcó 49 goles en 2002)

sábado, 8 de marzo de 2008

Bolívar, otro espejismo

Definitivamente, es muy fácil convertir goles en el fútbol boliviano.

Es la fragilidad de las defensas, claro, pero, peor, es la fragilidad de los equipos.

El más "vivito" es el que marca, no es necesario ensayar jugadas, no es preciso tener un jugador gambeteador, no es mister poseer un eximio cabeceador. Es solo tener alguien cerca para aprovechar las fallas de los defensores y "los de contención", que los goles salen.

Bolívar 6 x 2 Real Mamore

Otra muestra del inmaturo (o grotesco, sería igual decir) fútbol nacional.

Ojalá no aparezcan los que digan que Bolívar volvió a sus mejores tiempos, que es el mejor, que está para campeón, etc, etc.

Bolívar es uno más de los que podrán aprovechar la fragilidad del Real Mamore.

El 6 a 2 podía haber acabado 12 a 2, que el fútbol sería el mismo: flaco técnica y tácticamente.

Hasta ahora, los refuerzos de la Academia todavía están debiendo.

viernes, 7 de marzo de 2008

El cambio de entrenadores y los fracasos

La solución para muchos problemas en los equipos de la Liga del Fútbol Pofesional Boliviano es el simple cambio de entrenador.


En ese contexto, la poca cantidad de entrenadores nacionales hace con que se llamen a profesionales del exterior que generalmente repiten los fracasos debido a la falta de jugadores.


Hay ejemplos en el mundo del fútbol que muestran que los clubes que tienen la tradición de mantener un mismo entrenador por mucho tiempo, son mas respetados y tienen mayores logros futbolisticos y financieros.


De eso habla el interesante articulo publicado en el portal de la Fifa. Lean:


miércoles, 5 de marzo de 2008

El gobierno español desafía el poder de la FIFA

Hasta ahora la FIFA se daba atribuciones que colocaban a las Federaciones asociadas como entidades a las que ningún gobierno o Estado del Mundo podía investigarles o colocarlas dentro de las normas jurídicas nacionales.

A partir de lo que suceda en España, esa situación puede cambiar y terminar con esa historia de que el fútbol normado por la FIFA es “un estado dentro del estado”.

Lean y entiendan cómo se desarrolla esa historia que puede cambiar el rumbo del fútbol mundial:

http://www.lne.es/secciones/noticia.jsp?pRef=1931_47_613878__Deportes-Otra-guerra-futbol

martes, 4 de marzo de 2008

El fútbol “bicultural” de Marcelo Moreno




¿Qué sería un hombre “bicultural”? ¿Existiría en el fútbol?

Yo creo que una persona que vive más o menos la misma cantidad de años en dos países diferentes y asimila de ambos su cultura, es una persona “bicultural”.

Y como para mí existe la “cultura futbolística” Marcelo Martins Moreno, o Marcelo Moreno, o Marcelo Martins, como sea, el jugador boliviano del momento, es un jugador “bicultural”.

Hago memoria y no encuentro un caso similar: hijo de madre boliviana y de padre brasileño, Marcelo vistió la camisa de la selección de Brasil-sub 20 y defiende la camisa de la selección principal de Bolivia.

Sus buenas presentaciones y sus goles en el Cruzeiro de Belo Horizonte, estado de Minas Gerais, lo colocan como uno de los ídolos de la hinchada “cruzeirense”.

Su buen momento, le valió una entrevista en la página web de la FIFA. Lean:

http://es.fifa.com/worldfootball/clubfootball/news/newsid=703608.html#marcelo+persigue+exito+frentes

sábado, 1 de marzo de 2008

¿Qué esperar de los equipos bolivianos en la Copa Libertadores de este año?

La presencia de los clubes del fútbol boliviano en contiendas internacionales oficiales no es nueva. Viene desde que Municipal, de Wilfredo Camacho, enfrentó al Santos de Pelé, en 1962, por la Copa Libertadores de América. Por lo tanto, historia, experiencia y roce internacional, el balompié nacional tiene.

Entonces, ¿qué acontece que no conseguimos avanzar técnica, táctica y físicamente? ¿Por qué ni los clubes, ni la Selección, consiguen competir de igual a igual con los equipos de otros países, sobretodo cuando se juega en el exterior?

Analizar la participación de cada uno de los equipos bolivianos en la Libertadores o la Sudamericana se torna monótono, repetitivo y poco imaginativo, porque, a rigor, todos demuestran las mismas fallas y las mismas incoherencias, año tras año.

Eso nos lleva a pensar, y a llegar a la conclusión, de que el fútbol boliviano, desde la cuna, crece con deficiencias estructurales que, en deportes, debieran ser llamadas, más bien, de "deficiencias culturales".

El concepto sociológico de cultura nos demuestra el origen del problema futbolístico boliviano: "conjunto de características humanas que no son innatas, y que se crían y preservan o aprimoran a través de la comunicación y cooperación entre individuos en sociedad".

Caramba, la actividad deportiva en nuestro país, como todas las otras actividades además, se la realiza exactamente en contramano del concepto sociológico de cultura.

Pasando a limpio, quiero decir que en el fútbol boliviano la comunicación esta errada y, lo peor, no existe ninguna cooperación. La Federación, la Liga, las asociaciones, los clubes, los jugadores, en fin, todos los que viven en torno del fútbol en el país, caminan cada uno por su lado. No hay unidad ni respeto a las instituciones. Todos defienden lo suyo, al mejor estilo corporativista.

Y si continuamos analizando los conceptos sociológicos de cultura deportiva, nuestro asombro llega al borde de la desesperación, porque la práctica futbolística y actividades congéneres, culturalmente hablando, que debieran servir para mejorar los valores humanos e institucionales, no cumplen ese cometido.

Así, la producción y transmisión de conocimientos, resultantes del proceso o estado de desarrollo social del país, por medio del fútbol, es lamentable.

Hasta en la práctica deportiva, basada en el concepto antropológico de cultura, estamos equivocados, porque los códigos y padrones que regulan el deporte boliviano en general y futbolístico en particular, están errados, individual y colectivamente.


Entonces, ¿qué valores humanos y deportivos transmitimos a nuestros niños? La repetición de los errores es lo que ellos encuentran en el decorrer de su formación.

Resumiendo, la deficiente participación futbolística nacional, en competencias internacionales, sobretodo cuando se realiza fuera de nuestras fronteras, es resultado de la repetición de errores en la formación de los niños como deportistas, desde siempre.

En Bolivia, los errores en el fútbol no son casuales o circunstanciales, son parte del cotidiano, o sea, forman parte de nuestra cultura. Y, lo peor, no preocupan a las personas o instituciones que deberían cargar responsabilidad. Conviven con esos errores y no hacen nada para eliminarlos.

Por ello, no creo que la contratación de éste o aquél jugador extranjero (casi todos en final de carrera o prescindidos en su origen) contribuya para mejorar el desempeño de los equipos bolivianos en las copas Libertadores y Sudamericana del presente año.

Cambiaría algo, si comenzáramos a pensar, ya nomás, en los niños que están en el útero o que vendrán a ser concebidos. Esperaríamos mejoras, si preparamos para ellos una sociedad deportiva cultural diferente. Solo así, quién sabe, podríamos tener un campeón en los torneos internacionales.

Y eso seria de aquí a 20 años, mínimo, ¿no les parece?

Comenzar con esos cambios depende de todos, inclusive periodistas.