Definitivamente, es muy fácil convertir goles en el fútbol boliviano.
Es la fragilidad de las defensas, claro, pero, peor, es la fragilidad de los equipos.
El más "vivito" es el que marca, no es necesario ensayar jugadas, no es preciso tener un jugador gambeteador, no es mister poseer un eximio cabeceador. Es solo tener alguien cerca para aprovechar las fallas de los defensores y "los de contención", que los goles salen.
Bolívar 6 x 2 Real Mamore
Otra muestra del inmaturo (o grotesco, sería igual decir) fútbol nacional.
Ojalá no aparezcan los que digan que Bolívar volvió a sus mejores tiempos, que es el mejor, que está para campeón, etc, etc.
Bolívar es uno más de los que podrán aprovechar la fragilidad del Real Mamore.
El 6 a 2 podía haber acabado 12 a 2, que el fútbol sería el mismo: flaco técnica y tácticamente.
Hasta ahora, los refuerzos de la Academia todavía están debiendo.
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