Tanto lío, para llegar a un acuerdo que, con instituciones fuertes, sería más fácil alcanzar.
Como en Bolivia todo acuerdo es duro de alcanzar, el fútbol no se salva.
Finalmente, en pleno Siglo 21, los jugadores profesionales de fútbol tendrán un seguro de salud y pagarán impuestos.
Los dos lados cedieron lo que, por ley, deberían estar obligados a practicar.
La carga impositiva y los cuidados con la salud. Todos los ciudadanos tenemos obligaciones y derechos.
De cualquier forma, a pesar del avance, la fragilidad de las instituciones deportivas quedo demostrada.
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