Entiendo la frustración de la hinchada boliviana, que se encuentra a lo largo y ancho del planeta.
No se puede entregar un partido que se tiene prácticamente ganado.
No de la forma como aconteció en Venezuela frente a los dueños de casa.
A mí, no sorprende más. No me frustro.
Me da pena, eso sí, que el fútbol de mi país sea blanco de bromas por el mundo, debido a jugadas “chaplinescas” como la del último gol.
Me da bronca que el fútbol boliviano sea comandado por incompetentes que están más ligados a la burocracia que al mismo fútbol.
Que luchen, peleen y sobornen para ser dirigentes, por el único convencimiento de que el cargo les dará más poder social y económico.
Me da bronca que los jugadores que participan de los campeonatos nacionales tengan que correr encima de mensajes políticos, sin poder gritar que necesitan ser libres para ejercer su profesión sin presiones y sabiendo que sus sueldos estarán garantizados, mismo que, eventualmente, su equipo pierda.
La derrota humillante frente a Venezuela (3 x 5) es el reflejo de la cultura futbolística boliviana.
Es el reflejo de la forma como es dirigido el fútbol nacional que, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, entre gallos y media noche, son repartidos los cargos y tomadas las decisiones, inclusive, de la justicia deportiva.
En medio a esa negra situación, ¿qué podemos pedir de una selección?
Si la Verde hubiera salido victoriosa anoche el fútbol boliviano continuaría el mismo. No cambiaría nada.
¿Edwin Sánchez tiene culpa? Claro que sí, pero no solo él, los jugadores también.
Tenemos culpa todos los que estamos en torno al fútbol.
Nosotros periodistas deportivos igual.
Prensa escrita, hablada y televisada.
Me pregunto: ¿qué pensarán los jugadores y técnicos cuando son criticados por conductores de programas deportivos televisivos que tienen botellas de cerveza decorando el set?
¿Con qué cara podemos criticar si nosotros periodistas (muchos no lo son) nos ocupamos de vender bebidas alcohólicas en programas deportivos?
No, a mí no sorprende que el fútbol boliviano esté en el lugar 107 de la FIFA.
Por nuestros mismos actos, lo merecemos.
Y si no mreaccionamos, si no nos profesionalizamos, seguiremos cayendo, tengan certeza de ello.
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