El brasileñno, Jairzinho, jugó en Wilstermann. |
A Bolivia vienen los
futbolistas cuyo costo mensual, en dólares, alcanza a los cofres de los clubes
nacionales, que generalmente son míseros, por varios motivos, siendo la mala
gestión administrativa, apenas uno de ellos.
En ese contexto, los
futbolistas que llegan al país son jóvenes con poca experiencia y casi nada de
talento, o veteranos que aún pueden ganar sus últimos dólares, porque su físico
aún sirve para el mercado nacional.
Pocos son los nombres que
militaron en grandes clubes y selecciones de países vecinos, que vinieron al
país. Dos de ellos, ilustran la página.
O sea, el fútbol boliviano
se lo practica dentro de un cuadro socio económico que es el reflejo exacto de
la economía del país.
La diferencia con otros
países, pobres igual que Bolivia, es que en ellos hay revelación permanente de
jugadores.
Por lo arriba expuesto, nos queda vivir intensamente
las pasiones futboleras que nuestro campeonato liguero nos proporciona, y ser
conscientes de nuestras limitaciones en torneos
internacionales.
Además, siempre fue así.
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