jueves, 28 de mayo de 2015

PERIODISTA DEPORTIVO INICIÓ LA CORRUPCIÓN EN LA CONMEBOL

J. Hawilla, en sus tiempos de la Red Globo y, hoy, millonario colaborador de la Justicia de los EEUU. 

Las noticias de corrupción en el fútbol solamente son desconocidas por quien no acompaña esa actividad.

Esa modalidad deportiva es, hoy, la representación más cabal del capitalismo mundial, por lo tanto, víctima de organizaciones que no esconden ninguna arma para conquistar victoria en los negocios millonarios.

Y el periodismo deportivo es uno de los caminos más rápidos para enriquecer, pero no precisamente porque la profesión es regiamente pagada, es, más bien, debido a que muchos periodistas deportivos, con el tiempo, se vuelven hombres show, y, para lograr vender publicidad, atienden prontamente los requerimientos de empresarios y políticos, que los usan para ganar dinero. En ese contexto, sin darse cuenta,  van dejando poco a poco el periodismo para volverse "empresarios", practicando el llamado "periodismo de agrado", en un ambiente en el que la ética es dejada totalmente de lado.


La prueba más cabal de ello se llama J. Hawilla, ex reportero de la Red Globo de Televisión que, al confundir periodismo con ventas, se dedicó a la compra y venta de derechos de transmisión de torneos, pasando a tener igual o más poder que los dirigentes de la Conmebol.
La Traffic, de J. Hawilla, con sede en Sao Paulo, es la mayor empresa de marketing deportivo de América Latina.
Los negocios con esos dirigentes eran tan lucrativos que, con el tiempo, Hawilla montó la empresa de marketing deportivo Traffic y se volvió el hombre más poderoso del rubro, vía sobornos a dirigentes en Sudamérica.

Ambicioso. J. Hawilla se dedicó a la compra de los derechos publicitarios en los estadios, a la compra de jugadores de fútbol, llegando  a tener su propia emisora de televisión, repetidora de la TV Globo, en el interior de Sao Paulo.

Bolivia no estuvo fuera de las garras de ese periodista empresario brasileño.

En 1997, J. Hawilla, junto con Kleber Leite (ex presidente del Flamengo) y Ricardo Teixeira, ex presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), fue el dueño y señor de la Copa América, organizada por Bolivia y jugada en territorio nacional.

J. Hawilla era amigo íntimo de los hombres poderosos de la Conmebol, como su ex presidente Nicolás Leoz, 
Hoy, J. Hawilla vive en los EEUU e hizo un acuerdo con la Fiscalía Nacional de los EEUU, que aceptó su colaboración y, a partir de sus informaciones, inició las investigaciones que redundaron en la detención de 7 altos dirigentes del fútbol latinoamericano; otros 7 personajes, entre dirigentes de fútbol y empresarios de marketing deportivo, deben correr la misma suerte.

Previamente, la justicia norteamericana consiguió el compromiso del ex periodista para la devolución de 151 millones de dólares mal habidos. Antes, sin embargo, J. Hawilla se declaró culpado de extorsión, fraude electrónica, lavado de dinero y obstrucción a la justicia.

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