Mientras que en territorio boliviano
la hinchada no consiguió ver gran parte del partido que se jugaba en Asunción,
por incompetencia de los técnicos de los canales por cable, en el
estadio Puerto Sajonia, los jugadores bolivianos no fueron menos incompetentes
porque, literalmente, no consiguieron ver el balón y salieron goleados
por un equipo local que merece nomás estar en el lugar en que se encuentra.
Como para muestra basta un balón, hasta donde
pude ver, el medio campo boliviano estuvo totalmente desestructurado en la
marca (¿marca a presión individual o colectiva? ) lo que cargó en
demasía a la defensa que, por su lado, no sabía si jugaba en línea o con un
hombre en la sobra. Cosa básica.
Fallas de estructura en el equipo de Azkargorta,
estructura esa que sacrifica a Marcelo Martins Moreno, que una vez más amargó
solitario la rígida marca, esta vez, de la defensa paraguaya.
Frente a este lamentable resultado, ¿qué hacer?
¿Seguir con el “proceso” de Azkargorta? ¿Seguir pagándole al entrenador un
salario absurdo para la realidad nacional y no ver resultados técnicos y mucho
menos tácticos?
Ciertamente vamos a continuar oyendo lo mismo de hace
muchos años: “Hay que seguir
trabajando, pensando en la renovación. Tenemos que iniciar el trabajo en
divisiones inferiores pensando en el Mundial de 2018. Hay que estar orgullosos
de los muchachos”.
Sea cual fuere el resultado frente al Ecuador el
próximo martes, nada cambiará.
¡Basta!
¡Intervención en la Federación
Boliviana de Fútbol, ya!
¡Ministerio del Deporte en ellos!
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