Durante la
Copa Mundial de Fútbol que se jugará en ese país en 2014, los estudiantes, personas de la tercera edad y
beneficiarios del programa Bolsa Familia pagarán media entrada, tal cual
manda la Constitución brasileña.
Parece una
medida sin importancia, pero es un golazo contra la FIFA que intenta mostrarse
siempre como una nación dentro de una Nación.
Recordemos que
la entidad mayor del futbol mundial no permite que los gobiernos se inmiscuyan
en las cosas del futbol. Y la Copa del Mundo es un evento privado, regido,
controlado y organizado por una afiliada suya, en este caso, la Confederação Brasileira de Futebol (CBF).
La medida
adoptada por la presidenta brasileña y publicada hoy en el Diario Oficial da União, dentro de la Ley General de la Copa, es un
precedente positivo porque quita, en la práctica y en el mayor evento futbolístico
mundial, poderes a la FIFA, una entidad multimillonaria y que no rinde las
debidas cuentas de sus movimientos económicos en país alguno.
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