
Los clubes de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano están dando respuesta, en campo, a los inmediatistas de siempre.
Hasta hace un mes apenas, The Strongest, “no tenía personalidad”; Real Potosí, “pasaba por problemas de relacionamiento”; Bolívar, ”no tenía personalidad”; y Oriente Petrolero, “era el mejor equipo nacional”.
Hoy, el Tigre es el puntero, Real Potosí es serio candidato al título, Bolívar tiene grandes posibilidades de ser el campeón, y Oriente Petrolero depende mucho de lo que hagan los tres primeros.
Lo peor es que los críticos del fútbol nacional (periodistas o no) tienen que “tragar sapos” frente a las evidencias y ponerse colorados de vergüenza consigo mismos, cuando leen lo que escribieron y recuerdan lo que hablaron.
Dependiendo de los resultados alcanzados los domingos, los equipos de fútbol son clasificados como buenos, malos o pésimos, olvidándose que ese deporte es dinámico, pero que depende del tiempo para su consolidación.
Pese a sus limitaciones, el campeonato de la Liga apunta a tener tres fechas finales de innegable emoción.
Menos mal.