La respuesta es simple: está jugando el primer
torneo con gente que llegó recién este año.
A comenzar por su entrenador, pasando por su
arquero titular, defensores medio campistas y delanteros. O sea, casi todo el
elenco.
Futbol, señores, es convivencia diaria,
compartir no solamente el balón, también comida, duchas, dormitorios, paseos,
idas y venidas a la cancha, victorias y derrotas.
El entrenador no solamente tiene que
administrar los caracteres y egos de cada individuo, debe también saber cómo y
en qué circunstancias aprovechar a cada uno de sus dirigidos.
A parte debe saber soportar la presión de los
dirigentes, periodistas y, sobre todo, hinchas que, por lo general, en Bolivia,
quieren resultados inmediatos, más aún si el principal e histórico adversario
The Strongest) está conquistando un inédito tri campeonato.
Si de buscar culpados se trata, creo que el
entrenador debe ser el último a ser encontrado, porque en este deporte nadie
hace milagros en poco tiempo.
Una vez más, y ya me cansé de decirlo, se
constata que los dirigentes del futbol nacional no entienden el balompié desde
un punto de vista técnico ni táctico,
dos aspectos que los entrenadores encuentran después de un buen tiempo de trabajo.
Entonces, pregunto una vez más: ¿quién mandó a
que se vaya el anterior entrenador Ángel Guillermo Hoyos? Se le pagó muy bien,
hizo un buen trabajo y tenía un grupo a camino de ser un equipo.
Todos hablan de procesos, pero parece no entender el verdadero significado.
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