El corresponsal de la Folha de São Paulo en China,
Fabiano Maisonnave (a quién conocí en La Paz cubriendo la caída de Gonzalo Sánchez de Lozada), cuenta el drama
de los ciudadanos chinos que representan al país en los Juegos Olímpicos de
Londres.
Hay atletas que no tienen contacto con sus familiares
hace más de dos años como es el caso de la levantadora de peso, Li Xueying, quien
ganó la medalla de oro en la categoría 58 kg. Su padre, presente en la platea, llorando
dijo: “Solo quiero verla inmediatamente. ¡No nos encontramos hace dos años! Al
final de todo, ella es mi hija.”
Outra historia comovedora
es la de Wu Minxia, medalla del oro olímpico de salto sincronizado. Minutos después de recibir la medalla, su papá le
contó que su madre está con cáncer de mama y que sus abuelos maternos habían
fallecido hace más de un año. “Aceptamos hace mucho tiempo que ella no nos
pertenece”, justificó el padre. “Yo siquiera tengo la osadía de pensar en cosas
como disfrutar la felicidad familiar.”
Con la medalla de plata en el pecho, el levantador de peso
Wu Jingbiao, llorando, le dijo a un reportero: “yo deshonré a mi país, yo deshonré
al equipo nacional de levantamiento de peso, yo deshonré a todos los que se
importan conmigo”.
Maisonnave cuenta también que el padre de Lin
Qingfeng, otro atleta vencedor del levantamiento de peso, dijo a la prensa que
no reconoció a su hijo de 23 años en la TV, porque hace seis años, no se encuentran.
Solamente se dio cuenta de que era él cuando escuchó su nombre.
“Faltando pocos días para el final de los Juegos –
escribe el corresponsal de la Folha de São Paulo - gran parte de los ciudadanos chinos está ciertamente
orgullosa por el desempeño del país, que viene manteniendo el liderazgo en el
cuadro olímpico. Pero, a medida que a competencia avanza e historias como las
de arriba se expanden, muchos se preguntan si el draconiano y caro sistema deportivo
estatal trae beneficios para los atletas y para la población”.
Entrenando en Australia, el bicampeón olímpico de
natación Sun Yang costó a los cofres públicos 10 millones de yuan (poco más de
un millón y medio de dólares) apenas en los últimos dos años, según la prensa
china.
El suceso olímpico chino, dice el corresponsal brasileño en China, es
fruto del ambicioso Proyecto 119, creado el 2002, cuyo nombre refleja el número
de medallas de oro que China lucha para
conquistar. Inspirado en el modelo soviético, recibe generosos recursos
estatales y envuelve una rutina de entrenamiento apremiante con niños de hasta
5 años. Con ese modelo, China ganó 51 medallas hace cuatro años, en casa, un
número record en la historia de los Juegos.
Pese a los números exitosos, las críticas son varias. En
entrevista a la revista “Caixin”, el comentarista deportivo Guan Jun resumió las
principales: 1) el sistema del “todo o nada” tira la alegría de los atletas; 2)
no hay estímulos para los deportes de masa y práctica deportiva entre la
población; 3) el control estatal ha provocado casos de abuso de poder y
corrupción; y 4) el sistema falla en los deportes más populares, como futbol y en
las pruebas de atletismo.
Inclusive en la prensa estatal hay críticas. La versión
en inglés del periódico “Global Times”, del Partido Comunista, publicó en su
sitio fotos dramáticas de niñas entrenando gimnasia que, advirtiendo su
fuerza, Maisonnave las reprodujo.
¿Vale la pena? Se pregunta, al final, Maisonnave.
ATENCIÓN, SI QUIEREN VER LAS FOTOS DE ENTRENAMIENTO CON NIÑOS EN CHINA(SON MUY FUERTES)
VEAN EL SIGUIENTE LINK:
No hay comentarios:
Publicar un comentario