Hay un aire
liviano pero expectante en el país.
Se respira
futbol.
Lo curioso
es que la duda no está en la selección, pero, sí, en lo que el señor Xavier
Azkargorta, el rey de la retorica futbolística, pueda hacer.
Los
jugadores son los mismos con los que contaba Gustavo Quinteros, el rey de la
disculpa, ex entrenador del “equipo de todos”.
Por lo
tanto, la bola, el balón, la pelota, la tejeta, etc., etc., está en “la cancha”
del vasco, o del “bigotón”, o del “profe”.
Para mí, el
resultado es lo de menos, lo que interesa es ver la retorica azkargotiana
traducida en futbol dentro de la cancha.
O sea, me
gustaría ver un futbol boliviano de marca, de desmarque, con un toque refinado,
consciente, ofensivo, solidario y, si posible, veloz.
Para ello,
basta jugar con o sin el balón.
¿Les
parece?
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