Dos fallas de la defensa boquense dieron la Copa Santander Libertadores al Corinthians en el Pacaembú. Así como aconteció en el gol del empate en la Bombonera.
De cualquier
forma, es bueno reconocer que el equipo paulista ganó la competencia de la
forma más justa y correcta, porque lo hizo dentro de la cancha, con un juego de
conjunto irreprochable y, lo más admirable, con jugadores que en su tiempo fueron rechazados en otros clubes.
Premio a
esos hombres que supieron superar las adversidades personales (incluyendo su
técnico Tite) y que les tocó entrar para la historia corintiana porque
consiguieron colocar en su estante la única copa futbolera que les faltaba.
Disciplina
táctica muy rígida en la marca, permanente desmarque cuando en la pose del
balón y contraataque en velocidad, fueron las armas, simples, utilizadas por
los guerreros del Parque São Jorge.
Parabens
corintianos!!!
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