Me parece muy difícil que la FIFA mude de idea con relación al estadio Hernando Siles de La Paz. Es mucho poder, poder basado en intereses económicos y, ahora, políticos.
No creo en la sinceridad de los dirigentes del fútbol profesional boliviano que en casi todas las instancias son oriundos del sector oriental boliviano que tienen en el estadio Tahuichi Aguilera de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, la sede alterna.
Solo espero que, como en las eliminatorias del año 1982, no haya corrido dinero para esa mudanza de sede.
A La Paz ¿qué le resta?
Casi nada, pues las cartitas que son enviadas a la FIFA desde la Federación Boliviana de Fútbol, son llenas de hipocresía.
En el fondo, los festejos ya comenzaron, la conjura contra La Paz, está consumada.
Sé que el juego contra Chile no será realizado en el Siles. Así, desde este humilde blog, propongo que los ciudadanos de La Paz (y quien quiera que sea, inclusive los dirigentes de la Federación y de la Liga si son hidalgos) estemos presentes en el Estadio Hernando Siles, a la hora en que debería iniciarse el partido, todos vestidos de negro, de luto, como protesta al atropello.
Será necesario llenar el Siles de negro, para que haya repercusión mundial.
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