En el juego más importante de su historia, La Paz FC tuvo una de sus peores presentaciones.
Estático, sin imaginación, así fue el equipo de Sergio Apaza.
De paso, dejó que el Atlas mexicano, un equipo mediocre, dictara el ritmo.
El uno a cero favorable a los bolivianos fue un exceso; un empate sería lo más justo.
El sueño acabó y ahora a pensar en cuestiones domésticas.
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