Información y análisis crítico sobre el deporte boliviano e internacional por Jorge González
jueves, 15 de mayo de 2008
Jugar bien es ganar, la filosofía de un chileno de éxito
Este es un ejemplo de la diversidad de pensamientos de los entrenadores de suceso.
En el caso de Pellegrini, el chileno, entrenador del Villarreal de España, las palabras le salen de forma clara, sin titubeos, explicando su filosofía de trabajo.
“Jugar bien es ganar”, dice “El Ingeniero”, que llevó al modesto equipo amarillo a lugares antes impensados por sus hinchas.
La selección chilena es cuestión de tiempo, creo yo, pero, “bajo condiciones” como dice él.
Lean esta excelente entrevista publicada en FIFA Magazine:
Manuel Pellegrini, que comenzó con éxito su carrera de entrenador en su Chile natal, antes de probar suerte en Argentina, triunfa ahora en España con el Villarreal y se confiesa en FIFA Magazine.
FIFA Magazine: En 2004, usted firmó con el Villarreal CF y comenzó un proyecto ambicioso, aunque siempre con calma. Han pasado ya casi cuatro campañas y se puede decir que su progresión al frente del equipo amarillo ha sido un éxito constante. ¿Cómo analiza su periodo en el club?
Cuando uno llega lo hace con muchas expectativas, con ganas de poder transmitir en el fútbol aquello en lo que se cree. Sabía que este proyecto era sólido y coherente y entregué todo lo que tengo.
En este proyecto, como en todo, siempre se producen altos y bajos, aunque siempre se han solventado de la mejor manera. ¿En algún momento pensó en abandonar el Villarreal que era víctima de la depresión por los resultados en las crisis que pasó?
Para empezar, si analizamos los cuatro años anteriores no sé si se han producido bajones. En la primera temporada nos clasificamos para la Liga de Campeones finalizando terceros en la Liga y llegamos a cuartos de final en la Copa de la UEFA. En la siguiente campaña disputamos la Liga de Campeones, alcanzamos las semifinales, fuimos séptimos en la Liga y jugamos la Copa Intertoto, aunque no nos clasificamos para la Copa de la UEFA.
La temporada anterior, que fue complicada en determinados aspectos, porque no cumplimos las expectativas que nos marcamos y por algunas cuestiones en el plano externo. Fue difícil, pero acabamos en la quinta posición. Actualmente hay bastante inconformismo cuando llevamos casi toda la temporada clasificados para la Liga de Campeones. ¿Qué son los bajones? Creo que en este aspecto nosotros no hemos pasado por fases en las que pensáramos que las cosas no funcionaban. Ahora bien, internamente tampoco. Puede que externamente se haya malogrado un poco el objetivo, pero yo estoy muy conforme con el trabajo realizado y con la mentalidad que tiene el grupo.
En ese sentido, nos deja abiertas dos incógnitas. La primera es la siguiente, ¿su mayor logro es obtener la unidad del equipo? Y la segunda duda es si usted cree que ha mejorado sobre todo el plano psicológico del equipo.
Mi mayor logro es obtener el compromiso del grupo. Aquí casi todos juegan igual, excepto el Barcelona; nosotros íbamos a lograr un compromiso con el sistema porque uno como técnico eso se valora mucho. En el plano psicológico, creo que en el grupo siempre hubo momentos buenos y malos dependiendo de los resultados. Aquí hubo una crisis el año pasado y no se veía la alegría en la escuadra. Hay 25 personas distintas y todas piensan de forma diferente. Lo importante es que todos estén comprometidos con un objetivo.
¿Qué objetivo?
A los que sólo les interesan los resultados, los llamados "resultadistas", dicen que ganar es la única forma de jugar bien. Yo quiero que mis futbolistas jueguen bien para ganar.
¿No cree que a veces jugar bien también es ser sólido en la defensa y salir rápido al contragolpe?
Jugar bien es ganar. Eso lo digo siempre. Pero está la forma de ganar. El "resultadista" es quien alaba que el equipo pierda tiempo, que se busque la falta y no la cohesión del equipo. Respeto esa idea. ¿Si yo quiero jugar así? Si me preguntan por ese concepto de fútbol, ni lo entiendo ni lo acepto. Mi mejor ejemplo es contra el FC Barcelona, y no lo pongo porque ganamos el último partido contra este gran equipo (3-1 en Barcelona). Nunca pedimos la entrada de la camilla al campo, ni perdimos tiempo en los saques de falta o de banda, el equipo quería seguir jugando siempre, incluso de forma irresponsable, si se quiere pensar así. Lógicamente, si tienes una buena defensa sueles jugar bien. Entiendo que haya quién alabe este juego. Hay quién viene a jugar así a El Madrigal y eso se alaba. Porque el concepto es que ganar es la única forma de jugar bien.
¿Qué prefiere, un triunfo en la Liga o ser segundo con un juego excelso?
Estéticamente es más importante ganar la Liga, pero hay menos probabilidades de ganar la Liga si no se juega bien.
Este Villarreal, su Villarreal, destaca por su sistema táctico: el 4-4-2. Pero usted varía constantemente esta fórmula en busca de soluciones para encontrar la victoria. ¿Cree en los sistemas tácticos?
Sirven pero no para ganar. Sirven para tener una determinada mecánica de juego, pero para vencer sirven las individualidades de los jugadores insertadas en el bloque, claro está. Personalmente creo que la táctica es inteligencia aplicada al juego. Hemos jugado contra el FC Barcelona varias veces empleando un media punta que es Robert Pires y venciendo, pero ese mismo esquema y ese mismo equipo que ganó a ese rival perdió por goleada ante el Zaragoza.
El funcionamiento y el rendimiento también es determinante. Mi idea es que podemos emplear las bandas con un defensa, con un centrocampista e incluso con un delantero, pero siempre deben estar ocupadas. Un delantero debe sacrificarse, pero es mejor con dos puntas porque crean mayor fluidez en ataque. Pero todo varía, puede variar el nombre, no el sistema. Se hacen cambios tácticos en un momento determinado de juego en busca de un cambio. Hay una frase del periodismo que dice que la pelota sufre mucho. No la entiendo. La pelota no puede jugar, si el Barcelona tiene la posesión del balón hay que ganarle de otra manera. La mejor manera de hacer daño a un adversario es desdoblando las líneas posteriores, con incursiones desde atrás con Eguren o Pires, y Guille Franco jugando de espaldas a la portería. Pero es el rendimiento de la plantilla el que gana partidos. Nunca el sistema.
Cuando llegó aquí dijo una frase que se la han repetido hasta la saciedad: "No creo en los proyectos más allá de los tres años". Ya lleva cuatro y ha ampliado su contrato por dos temporadas más...
Esa frase que lancé parte de una estadística que se cumple, y es que el 98 por ciento de los técnicos no duran más de dos años en un club. Hay que plantearse proyectos más cortos, aunque haya excepciones como Sir Alex Ferguson, Arsene Wenger... Pero en este proyecto puedo aspirar a objetivos, no sé si materiales, porque tratamos de recortar distancias con los grandes de la Liga. No hay porqué no seguir. Sin embargo, no todas las campañas son idénticas. Hay que vivir el día, no puedo prever el futuro, que la actualidad demarcará.
Pueden suceder muchas adversidades en una temporada, como sucedió el año pasado con la crisis con Riquelme, las roturas del ligamento cruzado de la rodilla de Gonzalo Rodríguez, Pires y Nihat, sumado a la mala clasificación en la Liga. Pero aún así decidió seguir adelante gracias a que la directiva reforzó su confianza en usted...
Sin el apoyo de la directiva hubiera sido complicado seguir adelante. Además, el presidente lo creyó así y me renovó la pasada temporada. Chocamos las manos y seguimos adelante. No me gustaría irme de este club tras una mala racha, sino en una buena situación por todo lo que hemos logrado en este tiempo. Se ha hecho una mala costumbre, que es ver tan arriba al equipo, luchando contra los grandes.
Por sus palabras entendemos que nunca pensó abandonar el club...
La posibilidad de irse siempre está. Siempre hay ofertas pero he sido coherente porque estoy contento en este club y todavía me quedan cosas que ofrecer a la entidad.
¿Imagina que a usted le ocurriera la misma situación que a Juande Ramos, que le llegara una oferta mareante de otra entidad a mitad de temporada y tuviera que decidir si marcharse o continuar?
Me he visto en esa tesitura esta misma temporada y decidí que no. Con esto no critico a Juande Ramos, es mi punto de vista. Si no me veo comprometido, me despido y me voy. Ramos tomó esa decisión, no hay más. Yo tengo un compromiso con esta entidad y pienso cumplirlo.
Uno de los puntos importantes en su proyecto durante las últimas campañas fue el gran número de jugadores latinoamericanos que han jugado en el equipo, al margen de los europeos. ¿Su rápida adaptación, al margen de su calidad, ha sido determinante en su rendimiento?
Yo no separaría a los jugadores latinoamericanos de los europeos. Hemos intentado sacar un buen rendimiento a todos los jugadores de la plantilla. A ellos hay que unir a los de la cantera. Otros no han tenido buen rendimiento y no es tanto la nacionalidad, sino la exigencia del cuerpo técnico y el trabajo del jugador.
Otro aspecto a destacar es la cantera del Villarreal. Con usted en el equipo han surgido jugadores como Cazorla, Héctor Font, Arzo, Marcos o Bruno, prácticamente uno por temporada.
Creo que es muy importante apostar por un trabajo de cantera. La formación de jugadores es muy importante para la entidad y desde el cuerpo técnico tenemos la certeza de que, por suerte, han aparecido jugadores que fortalecen el trabajo y la apuesta del club.
Una figura de futuro es su compatriota Matías Fernández. Su imagen puede desvirtuarse bastante porque estamos hablando de un joven de 21 años, con mucha calidad, que promete pero al que hay que mimarlo o, mejor dicho, pulirlo...
Sí, mejor decir pulir. Tiene muchas cualidades, pero en Chile se pensó que iba a arrasar a pesar de su juventud. Llegó aquí y se encontró con un fútbol distinto, con una gran carga de partidos. Sabía que necesitaría tiempo para adaptarse a todo. Se ha dado cuenta de que debe tener calma.
¿La presión ejercida sobre el jugador ha podido ser un obstáculo?
Puede ser. Aquí hay críticas a su rendimiento y allí mucha expectación sobre él. Tiene que ser el cuerpo técnico el que valore su trabajo. Está en progreso, tiene condiciones para triunfar. Pero no creo que los elogios desvirtúen su rendimiento, no le suenan campanitas en la cabeza y se nota. Es muy serio en ese aspecto.
Hablando de Chile, ¿tiene en mente dirigir algún día a la selección?
Ojalá. Si se produce en su momento, si hay disponibilidad por las dos partes me gustaría acabar mi proceso dirigiendo a la selección, pero debe haber una disposición por las dos partes. Ahora pienso en el Villarreal.Se especula con la posibilidad de que así sea cuando finalice su contrato con el Villarreal...
Coincide en 2010, pero yo vivo el presente y no el futuro. Ya veremos qué sucede.
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